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viernes, 21 de agosto de 2015

¿A qué juegan nuestros hijos?

Les comparto esto que acabo de publicar en otro blog de mi Taller (Taller Libre Berisso)  porque me parece interesante que nos planeteemos estos temas sobre nuestros niños.

¿A qué juegan nuestros hijos?

El juego en los niños es un medio para aprender a vivir. Recordemos que desde tiempos inmemorables, los niños han creado sus juegos basados en la realidad: las niñas jugaban con muñecos como bebés y eso les ayudaba  a prepararse para el día de mañana ser madres... podemos estar de acuerdo o no, pero se encontraban con problemas y veían el modo de solucionarlos. Los varones jugaban con autos y bloques para armar que les daba una destreza manual e intelectual para el día de mañana elegir una profesión y aunque aun no le encuentre razón, también jugaban con soldados y tanques en períodos en que la guerra era la realidad, eso me late más a una necesidad de los gobiernos de necesitar preparar a la población venidera para defender sus fronteras, pero ese es otro tema.
La imaginación siempre estará intacta en nuestros niños... son niños y están elaborando su persona y el juego es un medio importantísimo para que se encuentren en ellos.
Por eso me detuve a escribir este post. Estoy preocupada. Los niños juegan de otra manera. Vivencian la vida desde la virtualidad. Nos ven a nosotros estar todo el día más preocupados en las pantallas de los teléfonos que en si llevan los cordones atados. Y al ver eso, ellos juegan con tecnología imitándonos a nosotros. Es igual que aprendíamos nosotros, imitando a los adultos.
Pero ¡ojo! veamos desde afuera lo que ellos ven... en el agovio diario el trabajo siempre es más importante que nuestros hijos ya que no somos capaces de solicitar una hora del trabajo para cuidar a nuestros peques pero si somos capaces de dejarlos una hora más con la niñera para poder terminar el trabajo.
Todo eso, los niños lo ven. También saben que nos sentimos culpables y hay veces que se aprovechan de esto.
Nuestra culpa hace que le compremos lo que nos pidan (yo también lo suelo hacer y asumo mi error) pero desde hace un tiempo, estoy más pendiente de lo que pide y de lo que le compro. Porque sé que más que lo material, ellos valoran el tiempo ocupado en ellos. Le podemos comprar una habitación llena de juguetes y no lograremos mantenerlos entretenidos. Si compráramos los juguetes y los compartiéramos con ellos, tendrían más valor. Ellos nos necesitan a nosotros: los padres. ¿O no observaron que le compramos un juguete y su interés en él solo es por un corto plazo y luego es abandonado en las repisas del olvido?. Hagan una prueba, comprenle un juego de mesa y pidanle ustedes jugar con ellos y vean sus caritas felices.
Recuérdense de pequeños. Compartir con la familia o con los amigos ¡era lo más!. Entiendo que hoy día no pueden jugar como en nuestra época que salíamos a jugar a la calle y nuestros padres no se preocupaban porque a la hora indicada volvíamos y ellos sabían con quién estábamos. En esas épocas no había celular y la familia estaba más unida que hoy que todos los integrantes de la familia tienen un celular para ubicarse rápidamente.
Hoy los chicos juegan en la escuela o dentro de una casa, que si no hay patio, quedará reducido nuevamente a la virtualidad.
 Para formar una personalidad, es usual tomar ejemplos, puede ser una persona a la que admira, un personaje de ficción o alguien de la familia. Este último sería lo ideal y lamentablemente: NO TENEMOS TIEMPO. Ese es el ejemplo que ellos tienen. Ven que sus padres NO TIENEN TIEMPO. (les aseguro que cuando juegan en el Taller es lo que más se ve al igual que la fascinación por los teléfonos y la tecnología).
En el Taller, solemos hablar mucho, porque es la manera de descubrir como orientar a los chicos por el camino para crecer y aprender. No todos aprenden de la misma manera y este es uno de los puntos de mi discrepancia con las escuelas que ven a los chicos como 30 personas iguales. No lo son! Cada uno viene con su bagaje y si los intentamos amoldar a un solo molde, muchos se sentiran fracasados entonces nuestro objetivo de "educar a 30 niños" nos dará como fruto, un número menor. ¿Y alguien mira al resto? ¿ a esos niños que los catalogaron y etiquetaron por ser distintos? alguien buscó el veradero método de enseñanza para esos chicos?. En las clases hay 30 alumnos y uno sabe que las maestras hacen lo que pueden pero en casa, somos un grupo menor. ¿Podémos ayudar a los chicos en casa? si. Ayudándolos a encontrar sus virtudes en vez de sus diferencias con el resto. Demostrándoles que el esfuerzo que ellos hacen para aprender es lo que vale sin importar a donde llegaron, si el resto va más avanzado o más retrasado, solo nos indica que cada uno tiene su camino, sus metas y su método de aprender. Ninguno es malo, son diferentes.  Perdón si me escapé de a donde los quería llevar, que es a los videojuegos que están jugando nuestros hijos. Pero por favor recuerden, que nuestros hijos buscan la aprobación de sus pares y para ello, muchas veces copian comportamientos inapropiados por el solo hecho de pertenecer. Eso que contaba que hace que un niño esté catalogado de "lento en su aprendizaje" o que sea disgregado por el grupo, hará que ese niño busque otro medio para pertenecer y a eso es que tenemos que no perder de vista.
Hoy día hay muchos juegos que no son aptos para niños y me permito opinar que tampoco para adultos pero no es mi ámbito para educar. Por favor, cuando sus hijos les pidan videojuegos, presten atención para que grupo o edades está indicado. Están de moda unos juegos con un nivel de violencia  que el cerebro de nuestros peques aun no están preparados para digerir y es nuestro deber como adultos, ayudarlos a elegir juegos apropiados para su edad y que mínimamente tomemos conciencia ¿qué está entrando en la cabeza de nuestros hijos?.
Piensen que lo que ven y juegan, se hace cotidiano y se normaliza en su cabeza y si los dejan jugar a juegos violentos, eso pasa a ser su normalidad, ya no les es extraña la sangre, los golpes, la violencia... ¿es eso lo que queremos para ellos? ¿para qué los estamos educando? es hora de empezar a mirar lo que juegan y ver en perspectiva como será eso en el futuro.
Tengo nenas que me cuentan llorando en el Taller que en la escuela los varones le pegan y no les gusta! TERRIBLE!!!! niños pegándole a nenas... perdón, debo sacar la última parte: ¡niños pegando!... También están los que pegan pero no con las manos. Niños que son denigrados por sus compañeros por su robustez y son obligados a tomar el papel del malo de la película y los niños acceden solo para pertenecer. Y comienzan a pensar que solo sirven para eso, para ser los malos y los violentos. ¡NO! eso no debe ser así. Nosotros somos los padres, en nosotros está guiarlos a ser mejores. Las instituciones poco pueden hacer si lo que está fallando es la "célula primordial" que es la familia.
Observemos esto, si un niño vive en una familia donde se habla groseramente y se hace un festejo cada vez que el niño imita esto, ese niño, tomará como que eso está bien. ¿cómo hago para modificar ese hábito adquirido en casa? y si un niño que esté en una familia donde le han enseñado que no se come comida caída al suelo, no será capaz de levantar una galletita del piso por más que le digan que está bien, porque su familia le enseñó que no lo está. El aprendizaje mayor es en la familia. Las matemáticas, la lengua o las ciencias no tienen importancia al lado de esto. Los niños deben formarse primero para ser buenas personas y luego el resto vendrá por añadidura. Pero insisto que eso es en casa.
Por favor, prestemos atención a nuestros hijos. Ellos son el futuro y me da la impresión que mucho no le estamos dejando. Enseñemos la paz, el cuidar los sentimientos y el crecer en base al día de ayer. Díganle, -hoy tenés que ser un poquito mejor que ayer. La única competencia verdadera es la de uno mismo.No debo ser mejor que otro, debo ser mejor que yo, ayer.
Cuiden los juegos de los niños porque esos hábitos forman parte de la personalidad de ellos adultos. Piensen todo lo que vieron de sus padres y dijeron cuando sea padre cambiaré... bueno, ya los son y es hora de mirar y aprender con nuestros hijos cuál es el camino a seguir.
Con Cariño
Vicky

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