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jueves, 5 de marzo de 2015

Exámenes y sensaciones

Hola a todos, disculpen tanto silencio, recién ahora veo que desde octubre no escribo nada.
De igual modo no indica que no hayamos hecho nada en estos meses.

¡Gianni ha aprobado sexto grado! ¡si!, aunque tuvimos un tropiezo en noviembre, en febrero lo consiguió.
Por eso hoy, quisiera escribirles sobre algo muy importante, que no solo lo vi en mi hijo, sino que también lo vi reflejado en otros niños.
Gianni es un niño que se adapta fácilmente, que se relaciona sin problemas con pares y adultos, pero es un niño sentimental que nunca deja de lado lo que su corazón le dicta.
¡El aprender en casa, es genial! una como madre, sabe a qué estímulos está presente su hijo y de alguna manera, puede evitar, las "malas costumbres" que la sociedad va adquiriendo y enseñando a nuestros hijos. Pero siempre hay un momento en que ellos tienen que aprender lo que pasa a su alrededor y por eso, es muy importante que nosotros como padres, los orientemos y le demos herramientas para sortear el momento.
Puntualmente a mi hijo le pasó que el día del examen, a pesar de saber todo lo que le preguntaban, tuvo estímulos muy diferente a los que tenía en casa cuando estudiaba.
Cuando en casa practicábamos para el examen, como es un niño que escribe tranquilo y sin apuro, la pauta que teníamos era que resuelva las cuatro materias en dos horas (para simular el examen) pero cuando llegamos al examen, más allá que fue un día de paro de transportes y con mucha complicación para llegar a la Escuela, los maestros también llegaron tarde y todo eso más que decidieron no entregar toda la temática sino dar solo lenguaje y matemáticas y solo cuando terminaban eso le daban naturales y sociales... Los nervios de los pobres chicos colapsaron a tal punto, que no podían resolver preguntas simples y aclaro que no fue solo mi hijo (abro un paréntesis para observar que esto de solo darle dos materias para saber si le dan las otras dos, puede ser contraproducente, ya que por ejemplo, si el niño es más fuerte en Ciencias Sociales o Naturales, que podría servir de disparador de confianza, ya lo anulan de entrada... sería mucho más humano que le den las cuatro materias y en todo caso, que les pidieran que vayan entregando a medida que completan, pero bueno, esa es la estructura escolar, que también merece que le enseñemos a nuestros hijos, para que no choquen en estos momentos). 
Mi hijo salió llorando, nervioso, sin poder ni siquiera completar ejercicios que en casa había hecho y mucho más complejos también, así es que como madre, preferí llevarlo a casa que seguir "torturándolo" en busca de su memoria ahogada en los nervios.
Si bien no fue una experiencia con final feliz, como somos personas positivas, buscamos el aprendizaje o moraleja de lo que nos ocurrió y creo que hoy día, puedo decir que agradezco que no lo haya podido terminar, pues desde noviembre a febrero, en vez de estudiar matemáticas y lenguaje, nos propusimos aprender a manejar los nervios, a recobrar la autoconfianza y a saber que no siempre las cosas son como las imaginamos. Ambos aprendimos mucho y con dos semanas de práctica antes del examen, el 23 de febrero del 2015, Gianni aprobó su examen de sexto grado. Fue entusiasmado, con una sonrisa. Durante todo el viaje hablamos de cosas divertidas, juegos y otros intereses propios de su edad y el examen pasó con facilidad.
Entonces el consejo que les dejaría hoy es: recuerden que manejar sus sensaciones es tan importante como lo que aprenden. 
Dedíquenle un rato para que aprendan respiración yoga y la puedan aplicar.
En solo algunos puntos, les cuento qué le enseñé a Gianni para manejar sus nervios:


PREPARANDO EL SISTEMA NERVIOSO PARA UN EXAMEN :)
1- Lo primero será aprender a relajarse. Para eso, hacemos un ejercicio casi todos los días que es: Tensar alguna parte del cuerpo y aprender a destensarla, por ejemplo, cierro los puños fuerte fuerte fuerte y luego los aflojo, varias veces y luego sacudo las manos para que se relajen. Recuerden que la tensión nerviosa normalmente está en manos, hombros y músculos de la cara o mandíbulas así es que estas partes, deben ser las más ejercitadas.
Mientras las ejercitan, que ellos concienticen cómo logran destensarla y explíquenle que probablemente cuando estén en el examen les ocurra esa tensión muscular y deberán recordar cómo normalizar.
2- La respiración yoga, nosotros la practicamos desde que Gianni era pequeño, para él es muy normal usarla pero ahora necesitábamos que la use en un momento específico. Con él nos pusimos como pauta que al entrar al aula para rendir, cierre sus ojos unos segundos haga una inspiración profunda en los tres tiempos que propone el yoga y expire todo el aire lentamente también en las tres fases del yoga, mientras relaja puños, hombros y mandíbula.
3- Le expliqué que la mente muchas veces nos juega en contra y por esa razón, es importante trabajar la auto confianza, para ello, le pedía que todas las noches, antes de dormirse haga un análisis de sus virtudes y de los defectos para poder saber qué tiene que mejorar y que se centre en esas cosas que él sabe que hace bien para que le sirva de impulso para mejorar las otras.

Recuerden:
Cada niño debe encontrar su método de relajación. Uno como padre le puede mostrar métodos y ellos deberán ver, como funcionan en ellos. Recuerden que ellos no son ustedes, y la experiencia debe ser personalizada.
Bueno, cualquier inquietud, por aquí estoy.
Gracias por leerme y pronto subiré más material.